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UN POCO DE HISTORIA.

Las Religiosas Mercedarias Misioneras fortalecen su espíritu educativo en el evangelio y carisma fundacional, por ello sienten la necesidad de realizar su expansión misionera en nuestro país con miras a desarrollar su propuesta educativa.

 

Desde 1962, en el seno del Consejo Provincial, se empieza a reflexionar sobre el lugar más conveniente para llegar las religiosas Mercedarias a Colombia. La mirada se posa en Medellín y allá se dirige la madre visitadora hasta encontrar lo que busca.

 

Llegaron a Medellín la Madre Provincial Teresa de la Santa Faz Torrentó y Teresita Valdivieso; el párroco y los feligreses del barrio San Javier las recibieron y acompañaron a su nueva residencia.

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Las Religiosas Mercedarias Misioneras fortalecen su espíritu educativo en el evangelio y carisma fundacional, por ello sienten la necesidad de realizar su expansión misionera en nuestro país con miras a desarrollar su propuesta educativa.

 

Desde 1962, en el seno del Consejo Provincial, se empieza a reflexionar sobre el lugar más conveniente para llegar las religiosas Mercedarias a Colombia. La mirada se posa en Medellín y allá se dirige la madre visitadora hasta encontrar lo que busca.

 

Llegaron a Medellín la Madre Provincial Teresa de la Santa Faz Torrentó y Teresita Valdivieso; el párroco y los feligreses del barrio San Javier las recibieron y acompañaron a su nueva residencia.

El 20 de febrero de 1964 las Religiosas Mercedarias inician las actividades con un jardín de infantes, según el libro de matrículas fueron siete niñas las inscritas entre cuatro y cinco años, quedando con ello reconocido con el nombre de Colegio Nuestra Madre de Mercedes. Las primeras Mercedarias Misioneras que se trasladan a iniciar la obra en enero de 1964 son:

Hermana Mariana de Jesús Lamela Reina

Hermana Magdalena de Cristo Rivadeneira Montalvo

Hermana Ana Marta Chancay Quimíz

En febrero de 1970, se inicia la sección de la secundaria. En febrero de 1973 se pasa a un nuevo local propio ubicado en el barrio Santa Mónica.

 

Ellas se comprometen y se dedican a la enseñanza de niños de clase media, a la catequesis, promoción de la mujer y pastoral familiar, y su acción evangelizadora crece cada día a favor de quienes más lo necesitan.

Las Religiosas Mercedarias Misioneras a través de la tarea educativa participan de la misión evangelizadora de la Iglesia: llevar a los hombres de hoy al encuentro personal con Cristo y contribuir con la transformación del mundo.

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